domingo, 12 de abril de 2009

Lo que te quiero contar

Mi princesa:

No sé exactamente por dónde empezar... Tenía tantas ganas de verte, de abrazarte, de amarte, de mirarte a los ojos... que los nervios se apoderaron de mí y no me han dejado mostrarme todo lo feliz que soy, sabiendo que estás a mi lado.

Entiendo que esta doble vida que "llevamos" hace difícil vernos, que tenemos que dar muchas explicaciones, que cuesta salir de una rutina que nos aburre pero es necesaria para no hacer daño "en casa". Pero creo que también puedes comprender que quiera estar junto a tí, que "mi plan ideal" de vacaciones sea poder estar más de 24 horas contigo.

Me dices, esta mañana, que no llore. Sé que te molesta verme así. Tampoco me gusta llorar, pero no puedo evitar que se me caigan las lágrimas. Es difícil no llorar cuando sé que la vida va a ser peor en cuanto te separes de mi lado. Gracias por quedarte y marcharnos al mismo tiempo, no soporto la soledad de quedarme, ni un minuto, cuando no estás.

Supongo que esta mañana he dado un buen puntillazo a tu corazón. No he podido controlar mi instinto más primario, no me ha dado tiempo a pensar el daño que he podido causar. Tenemos que hablar y arreglar este tema mirándonos a los ojos. Lo siento, de verdad.

A veces necesito que me demuestres más el cariño. Estar más de diez días sin verte y no recibir un abrazo o más de un beso me parece poco. Quizás suene egoísta, pero necesito más. Y la mente me juega malas pasadas... me cansa creer que tengo que estar tirando siempre de los besos, de los abrazos, de los "te quiero"... Me quedo con ganas "de más", me quedo con incertidumbre... que es peor que no tener.

Sé que me quieres, pero necesito que me lo demuestres. Me encantó el momento de "espera" antes de comer, me sentí libre, querida, cómplice... ¡feliz!

Estoy ya esperando al martes. Día de re-encuentro, día de resolución, día de mirar hacia adelante... y dejar atrás este halo de melancolía que odio.

Te quiero. Un beso... (¿Cuándo se come? ;-) )

2 comentarios:

Tu versión