La mujer de mi vida ha dado un paso fundamental en la suya: ha salido del armario con una de sus amigas.
Desde fuera es difícil entender algunos silencios, desde dentro es muy fácil tener todo el miedo del mundo.
Morenita, estoy muy orgullosa de ti. Me siento emocionada, pletórica, feliz, alegre, con ganas de besarte mil veces con locura... ¡Creo que no voy a poder dormir! Tengo una sonrisa tonta en la cara y unas cuantas lágrimas que se me están secando...
Te lo repetiré una y mil veces: delante de ti para parar los golpes, detrás de ti para recogerte y a tu lado para compartir la vida.
"Eres mi vida y mi muerte,
te lo juro, compañera.
(Dicen que) No debía de quererte,
no debía de quererte
y sin embargo...
¡te quiero!"
Gracias por querer ser libre, por hacerme sentir aún más libre.