jueves, 25 de junio de 2009

Despedidas

Lunes: comida en casa de T. Buen rollo. Risas. Hijos desnudos en la piscina. Mayores deseando bañarnos y sin traje de baño.

Martes: cena de los "íntimos". Vino Rubén desde muy lejos, Marisa desde cerca pero muy lejos de T. La PT más guapa y más morena me regaló una flauta de 1 metro de "poliespan", hecha por ella misma. S. y T. (con la colaboración de muchas personas) me hicieron un álbum que recoge a casi todas las personas importantes de mi vida. Contuve las lágrimas, se me hizo un nudo en la garganta, lloré y no dejé de recordar en toda la noche.

Miércoles: comida de fin de curso del colegio. Mucha tensión. Seriedad. Fue la peor comida que he tenido en el cole. Una alumna me regaló una caja para guardar las púas. Me hizo mucha ilusión. A la super-jefa le sacaron las lágrimas que lleva aguantando todo el mes. Nos abrazamos mucho rato. Casi me equivoco y la beso en los labios. Nos sostuvimos la mirada con los ojos vidriosos. Dije cuatro tonterías y volvió a sonreír. Cuando una llora la otra tiene que hacerse la fuerte. Hay que joderse.

Jueves: comida-despedida en mi pueblo favorito. La panadera se ha emocionado y me he vuelto a derrumbar. Yo, que siempre miro a los ojos, llevo un mes agachando la cabeza. Hemos acabado a las siete de la tarde. Eso dice "lo a gusto" que estábamos compartiendo mesa, charla y recuerdos.

Me han regalado más cosas, entre ellas, una cámara de fotos. Pero sobretodo, me ha llegado al alma compartir estos tiempos. Esta tarde le he enseñado el álbum a mi madre y me he vuelto a emocionar... Noches sin dormir llorando.

Sé perfectamente qué pierdo y aún no tengo ni idea de lo que voy a ganar. ¿Cómo puedo explicar que no puedo vivir sin tener cerca a la persona que más he querido y quiero de este mundo? ¿Cómo puedo estar tan cerca si no puedo amarte más? ¿Cómo se quita esta angustia que me hace estar tan triste? ¿Cómo puedo quitar tu dolor? ¿Cómo puedo saber que no vas a llorar por mí? No quiero que me eches de menos, no quiero sentirte lejos, no quiero que llores, quiero seguir viendo tus ojos cada día, quiero...

Hoy me gustaría que pudieras leer todo esto. Se me ha cerrado la voz y no te puedo decir lo que siento. Esta mañana hemos vuelto a estar trabajando codo con codo, como la primera vez, como tantas veces, como tantos años... y no te podía mirar. No puedo porque se me saltan las lágrimas y "la María fuerte" se ha terminado de caer.

Jefa... ¡te quiero tannnto!

Y mañana, dormiré en brazos de A. Me ha dicho: "tienes muchas cosas que contarme". Y volveré a llorar, a contenerme, a intentar explicar que he elegido otro camino (que es necesario) pero me duele dejar el que tengo. Y me abrazarás, princesa. Y podré pensar que no me he equivocado, que los ojos verdes son los más bonitos (los tuyos y los suyos, casualidad...). Y volveré a sonreír con tu sonrisa... y se me pasará esta melancolía que me está matando.

A los íntimos, a las grandes madres, a Juanjo, a mis chicos/as y sus dibujos... no sé cómo puedo compensar tanto cariño: GRACIAS. Os quiero.

4 comentarios:

  1. Respuesta:

    Tanais: Fuerte, fuerte. Ya estoy mejor...

    ResponderEliminar
  2. Todo esto te hará más fuerte, y aunque ahora no lo veas, será bueno. De todas maneras, la vida son holas y adioses, yo ya aprendí eso hace mucho tiempo.

    ResponderEliminar
  3. Respuesta:

    Dintel: Es un asco lo de los adioses... la verdad.

    ResponderEliminar

Tu versión