domingo, 4 de julio de 2010

Notición

Ayer fuimos a la piscina con mis sobrinas y sus hijos.

X.: "¿Qué tal los análisis?"

Yo, enseñando los brazos llenos de pinchazos y unos pequeños moratones: "Bien, creo. Mira, parezco una drogadicta".

Bla, bla, bla...

Yo: "El lunes, si me gusta el piso, doy el notición de que me vuelvo a independizar. Ya verás la que se monta, aún no he dicho nada en casa. Estoy por decir también que estoy con A. y así, me ahorro "un disgusto"... bla, bla, bla...

X.: "Ha vuelto a consumir coca. Me lo ha dicho esta mañana. Siete años con la misma historia. No te va a decir la verdad. No sabe por qué lo hace. Intercepté una llamada. He ido tirando de la lengua. Tenemos que volver al médico...".

Y se me puso el corazón a mil. Y no me salían más palabras. Y... tantas emociones, tantos insultos que pensaba decir y que no dije... Y horas más tarde pudimos hablar a solas.

Yo: "¿Qué piensas? ¿Qué podemos hacer?"

X: "Nada".

Qué duro, qué vacío, qué real... Aquí estoy para lo que haga falta. Ya lo sabes. Te quiero, amiga.

7 comentarios:

  1. A ver, ya nos cuentas si hay independencia o no.
    Suerte con lo de tu amiga.

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  2. María, suerte con la independencia y las revelaciones.

    Un beso

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  3. La independencia es una buena cosa.

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  4. Viva la independencia. De tu conversación con X me quedo con el “nada”, la impotencia que sentimos cuando no podemos ayudar a los que queremos.

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  5. eso si que un verdadero problema...la droga...qué miedo¡¡

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  6. genial que te vuelvas a independizar y con respecto a tu amiga, va a necesitar todo tu apoyo para poder aguantar lo que tiene encima

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  7. Respuestas:

    Alas: En cuanto dejen el piso limpio, que parecía una pocilga.

    Blau: :-)

    Dintel: Si sigues comiendo en casa-madre, sí.

    Sobrevivir: Muy triste.

    Ico: Y las consecuencias que trae...

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