Cita en el centro médico para unas recetas a las diez menos cuarto. El centro vacío. Un único despacho con luz, el de una enfermera.
La doctora que me tocaba ha llegado a las diez en punto.
Siempre me ocurre lo mismo. Tengo que esperar un cuarto de hora o más porque van con retraso. Hoy era la primera. Hay veces que me he tenido que ir sin las recetas porque llevaban más de media hora de retraso y se me pasaba la hora del recreo sin poder entrar en la consulta.
¿Qué pasaría si yo llegara a trabajar quince minutos cada día?
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