sábado, 11 de febrero de 2012

No cash

Ayer fui a llevar a mi hermana a rehabilitación. Fui casi sin dinero, nueve euros más o menos. Me dice que vaya a comprar a un supermercado donde venden un tomate de marca concreta que usa mi abuela N. y que le compre diez botes. 

Allá que voy. Compro los botes de tomate, detergente y unos tampones. Me encuentro con una compañera de mi hermano a la que han operado de rodilla, hablamos, cola del supermercado... y, cuando voy a pagar, ¡no me llega el dinero! Me llega a la mente, al igual que el color rojo a la cara, que no llevaba suficiente dinero y que, en esta superficie, no cobran con tarjeta... Le digo que me quite dos botes de tomate y me voy. (Por supuesto, como no te dan bolsa, no te ayudan a meter la compra).

Cuando salgo, muerta de la vergüenza, me viene a la mente una imagen: al lado de la caja había un aparato para cobrar con tarjetas... ¡y no lo he visto! En el supermercado que había enfrente de la casa de mis padres de antes y en el de mi casa no había, ¡pero aquí sí!

¡Podía haber pagado con tarjeta! ¡Seré tonta! 

Entonces, entrando en el coche, me acuerdo de F. y su madre. F. no ha traído el material necesario para hacer los trabajos de plástica. Su madre vino a hablar con su tutor y le dijo que no traía el material porque no tienen dinero, es la única que trabajaba y están cobrando la ayuda familiar. Con cuatrocientos euros comen seis personas. Si tiene que elegir entre comprar una botella de leche y el material de plástica, compra la leche.

Son una familia "desestructurada" con un padre medio hippie, bohemio que no trabaja nunca, pero fuma. Hijos mayores que visten bien, salen de fiesta... y el último de la cola, que está viviendo los resultados de una familia desastre, que le hace pasar de todo.

Y me dio vergüenza de mí misma, de sentirme avergonzada por no disponer de dinero en ese momento aunque tenga el suficiente para vivir bien. Y volví a pensar, al igual que la noche anterior, qué puedo hacer por ese crío que pasa de todo, incluso de hacer el trabajo con rotuladores, que sí tenía.

Sé que una ayuda puntual no resuelve el problema... ¿Es bueno ofrecerles alimentos para una semana o es ponerles en evidencia (la madre no ha hablado directamente conmigo)? Tengo que consultar a quienes entienden de esto.




4 comentarios:

  1. habría que consultar, sin duda.
    y anda que con 9euros no querías comprar "ná" jajajjaja

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  2. Ufs, gran dilema. Seguramente es mejor consultarlo. Qué difícil. ¿Notas si se te está complicando el trabajo con la crisis? Porque volvemos a la época en que no había para comprar libros.

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  3. Llévale tú el material de plástica. Lo demás es meterse en camisa de once varas.

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  4. Respuestas:

    Alas: Encontré algo más de calderilla...

    Juli Gan: Noto que hay más mala leche y que algunas personas intentan pagar sus frustraciones con la maestra. Pero no necesariamente por la crisis... es el único caso.

    Dintel: Hay otro problema... ¿se lleva material a unos sí y a otros no? De todos modos, he hablado con una amiga mía que trabajó con la madre y confirma todas mis sospechas. Lo peor: me dice que les gusta aparentar tengan o no tengan posibles. Y siguen fumando.

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