jueves, 16 de junio de 2011

Daño

¡Qué gratuito es hacer daño!

No me importas, lo sé. Por eso no deberías poder hacerme daño. Pero tus palabras me duelen.

Tus alumnos son mis alumnos. Y las decisiones tomadas en claustro deben respetarse.

No me mientas diciéndome que soy la única que "quiere" mezclar los cursos. Tu amiga C. también. Pero, paradojas de la vida, a mí y a T. nos dice una cosa y a tí otra. ¡Qué cobarde!

J.C. y R. no quieren mezclar para no quedarse otra tarde a trabajar. Les importa su oposición y el próximo curso no estarán aquí. A día de hoy les resbala todo. ¡Qué poca profesionalidad!

¡Cómo puedes decirme que haga yo sola las listas porque a vosotros, los tutores, os da miedo hacerlas...! ¡Qué chantajista, qué jeta!

Yo tengo a todos los alumnos... en una clase o en otra. No me va a tocar la "peor clase" ni la mejor. Me tocan todas. Así que... señora directora, toma cartas en el asunto. Dale la reprimenda a tu hermana y a su protegido. Actúa con el cargo que ostentas. Y dejadme acabar el curso en paz.

A.M.: nunca pensé que podría odiar a nadie. Pero esta mañana, estoy segura de que te odio un poco.

3 comentarios:

  1. Respuestas:

    Alas: Y... ¿dónde está "la ganancia de pescadores"?

    Blau: Respira, respira, suspira, respira, respira, suspira...

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