lunes, 19 de enero de 2015

La risa

He leído por ahí: "La risa es la mejor espada, la sonrisa es el mejor escudo".

He tenido mucho "miedo" estos días. Ansiedad que me repite de vez en cuando, cuando me estreso demasiado, después del incidente con la madre HP. Me quedan secuelas cinco años después... tela lo que hace la mente.

Sin saber cómo, se me pone "miedo" en el estómago, el corazón me empieza a latir rápido y me preocupo muchísimo.

Ayer tuve que llamar a mi amiga T. porque estaba angustiadísima y no paraba de llorar. Se vino a mi casa, me tranquilizó y hablamos mucho rato. Le digo: "¡Mil gracias, me has salvado la vida!" y me contesta: "¡Tú a mí, no veas el jaleo que tenía en casa con los niños!". Es genial.

Mi homeópata me dio flores de Bach y una frase mágica: "Supero las dificultades de cada día". Me la repito como un mantra para aplacar el nerviosismo.

He decidido ir al examen de inglés "tal cual". Si apruebo, es que no voy tan mal. Si suspendo, me pondré a estudiar en Marzo a tope, porque TENGO que aprobar el examen para conseguir el certificado.

Mañana tenemos reunión sobre las programaciones; medio claustro está mal también y el equipo directivo da instrucciones contradictorias a cada uno: a ver qué se decide.

En esta semana espero poder ver el piso al que me quiero mudar y terminar de recoger todo en mi casa. Acabo de decidir que quizás lo mejor sea recoger todo, dejar la mudanza en el taller de mi padre e irme a vivir allí unos días. Mi hermana no está, mi hermano casi tampoco... Al abrigo de una madre, sin tener que preocuparme si se sale el agua de los radiadores o no.

Me cuesta pedir ayuda, me cuesta sentirme débil... pero he de reconocer que es muy bonito cuando tu amiga corre a tu casa a calmarte, cuando tu novia se deshace en mimos para que estés bien, cuando tu madre te pregunta si estás bien y tu padre te mira intentando buscar que es así.

Pocas personas me han visto llorar y, cuando lloro, es que ya estoy más abajo de lo que quisiera. Mi médico de cabecera me dijo una vez: "Puedes elegir tener miedo o salir adelante" (o algo así). Entonces pienso y me digo: "María, adelante, siempre adelante... porque todos los pasos que has dado para ser tú misma, para ganarte la dignidad... han sido siempre siendo VALIENTE".

Ansiedad, ¡fuera de mi cuerpo, fuera de mi mente!

Me siento bien, me siento contenta, soy capaz de trabajar a gusto, puedo acabar las programaciones, tendré todo mi trabajo listo a tiempo, voy a conseguir el certificado de inglés... y, sobretodo, SOY FELIZ.

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