martes, 20 de diciembre de 2011

Gratis

1. Concierto de Celtas Cortos. Compramos las entradas en un bar. Las pago yo junto a las consumiciones. La camarera me devuelve más dinero del que debía. Con las vueltas "mal dadas" nos tomamos la ronda gratis ¡a su salud! cinco personas. No había nadie más en el bar y yo me quería ir porque me sentía mal con la "estafa".

2. Voy a comprarme un sujetador. Hay rebajas. No tienen mi talla y el dependiente me dice que me pide uno de mi talla, pero que no me hace rebaja. Me sienta mal pero le digo que me lo pida. El día que voy a recogerlo, le pago con 70 euros y me da más las vueltas. No quiso hacerme rebaja en su día, pero me la hizo sin querer. Me alegré: las rebajas son las rebajas.

3. Ana y yo vamos a un spa. Llamo al spa, me dicen que hay una oferta de 29 euros por persona, un lujo: concretamos fecha, requetedisfrutamos del spa y del masaje... Pago con tarjeta y, cuando llego a casa, veo que s(ó)lo me han cobrado una entrada. Cuando lo descubrí, disfruté el doble.

4. Viaje a Madrid. Vuelta por un mercadillo. Se me antoja un bolso, de repente. La chica me dice cuánto vale, le pago, cojo el bolso y nos vamos. Ana me pregunta qué billete le he dado. No lo sabía, pero acababa de sacar dinero. Miro el monedero y vualá... ¡bolso gratis! y las castañas que nos comimos después, también.

5. Domingo de cine. Ni un alma por allí. Pedimos las entradas. Pago con 20 euros, valían 14. La chica me evuelve 36. Conclusión: chica maja nos invita al cine, a cenar y al desayuno del día siguiente. No fue un trío ni hubo sexo.

Sé que no es ético pero... hemos disfrutado de algunas cosas, gracias a los errores de otras personas, en menos de dos años. En ninguno de los casos había jaleo, ni colas largas, ni prisas... Hace años hubiera devuelto el dinero. Me estoy volviendo peor persona, lo sé.

Contándole estas "anécdotas" a mi madre, recordé que, cuando tenía 5 años, mi madre me mandó con un billete de dos mil pesetas a pagar a un establecimiento cercano. El dueño, con demencia senil, me devolvió más dinero del que yo había pagado. Me dio tanta vergüenza decírselo que tuvo que ir mi madre a hablar con el hijo y devolver el dinero "de más".

Mi madre me dice: "María, sería de mil pesetas, que antes no había de dos mil". Pero sí había: eran rojos, me acuerdo perfectamente.

9 comentarios:

  1. jajajajaja jó, tía, te puedo encargar que me compres algunas cosas??

    Sí, los habían, yo también me acuerdo.

    Un abrazo

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  2. jaja a mí no me pasan esas cosas...como mucho me devuelven de menos

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  3. La vida tiene sus recursos para compensarnos...:o)

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  4. Lo que más me ha gustado, lo de las dos mil pesetas jajajaja

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  5. Chica... ya te puedes liar a invitar... vaya regalitos que has tenido....

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  6. Respuestas:

    Morgana: El truco está en no dar el dinero justo.

    Jam: Hay que mirar las vueltas (yo no lo hacía nunca antes).

    Ajolin: Supongo que sí.

    Mi vida no tiene nombre: Recuerdos de infancia.

    Siempre suya: Le dije a Ana que nos invitaba la chica del cine. Ja, ja, ja...

    Alas: Visualízalo.

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  7. Es la primera vez que paso por aquí, pero oye, ya podrías sacarme por ahí de vez en cuando, a ver si me sale algo gratis!!! xDDDDDDD

    Un saludo y pásate por mi blog siempre que te apetezca. :)

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  8. Respuesta:

    Butterflied: Cuando quieras.

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