domingo, 10 de agosto de 2014

Leyendo

"Pregúntate… ¿Quién habla habitualmente por ti, desde ti, a través de lo que nombras cada día, cuando sin darte cuenta decretas todo aquello que te impide ser libre y feliz. Pregúntate quién crea por ti cada vez que no estás presente, a través de tus gestos, tus pensamientos, tus miedos… permitiendo que creencias de otros y ordenes inconscientes asentadas en lo más oculto de ti sometan tu voluntad y dirijan tu vida?"

Cuidarme, respetarme, escuchar mi voz interior. Ahí está la clave de todo.

5 comentarios:

  1. Sí, la voz interior, nuestro centro... Es difícil, por todas las capas que nos impiden llegar a ese centro. A veces, conceptos, esquemas y juicios mentales. Otras, las voces de otros que, en definitiva, acaban siendo más esquemas que nos acabamos aplicando. Y otras, recuerdos y miedos, que nos hacen quedarnos inmóviles y no hacer lo que nuestra esencia querría.

    Resumiendo, superar los esquemas que suelen venir de nuestra mente. Aquietar la mente para que, en lugar de ser nuestra enemiga, sea nuestra aliada. Eso requiere controlarla, decirle tranquila que luego me ocupo de ti.

    Bueno, espero que no sea mucho rollo..

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  2. Hacernos conscientes de nosotras mismas y actuar siempre en consonancia. Es un proceso doloroso al ser capaz de ver todas esas capas que hemos dejado que nos envuelva y nos aleje de nosotras mismas. Pero al mismo tiempo es muy necesario y liberador.

    :-)

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  3. Respuestas:

    Marta: Me ha encantado eso de "aquietar la mente; decirle "tranquila, que luego me ocupo de ti". Me viene "al pelo".

    Chris: Me gusta más lo de liberador que lo de doloroso... ¡Ya me he quitado unas cuántas capas! :)

    Leire: ¡Bienvenida!

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