jueves, 10 de abril de 2014

Niños II

Esta tarde he ido con "nuestro niño querido" en bici. 14 kilómetros ida y vuelta. Hasta un pueblo cercano por un camino de tierra.

- ¿Por qué hay que decir "yo" el último cuando hablas de un grupo? Por ejemplo Javi, Álex y yo fuimos al parque. ¡Qué más da decir "yo" primero!
- ¿Qué significa "anduve"? (Después de la explicación) Pues a mí, "andé" me gusta más.
- ¿Cuántas personas viven ahí? (En el pueblo)
- ¿Conoces a alguien de allí?

Me parto de la risa con sus preguntas. ¡Se le ocurre de todo!

Hemos llegado al pueblo. Hemos buscado el final del mismo y la plaza. Y, a la salida, nos hemos encontrado con un señor mayor que nos ha ofrecido agua.

Le digo a P.: "Ahora puedes preguntarle cuántas personas viven aquí, cómo se llama..."

1. ¿Cuántos años tienes?
2. ¿Cuánta gente vive aquí?
3. ¿Conoces a alguien de nuestro pueblo?

Y el señor, sordo, no entendía nada... Así que hemos acabado hablando a gritos, diciéndole a P. que le llamara de usted, sabiendo que era tío de una persona que conocemos, que su mujer acababa de entrar, que habían estado toda la tarde al sol, que con una estufa calientan el baño, salón, cocina y dormitorio que tienen en la planta baja...

En el camino de vuelta le digo: "A las personas mayores hay que hablarles de usted, con educación". Y me contesta: "Pues yo a mi abuela la llamo de tú y no se molesta. Y el señor se ha quedado tan contento hablando con nosotros aunque no le haya dicho de usted... Dionisio... ¡vaya nombres más raros tienen aquí!

Hemos quedado "para entrenar" e ir en verano a un castillo que está a 30 kilómetros. "Te voy a dejar en la cuneta, maja..."

Ya veremos, ¡majo!


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