El concierto ha sido precioso, mágico, sensorial, emocionante...
De camino al concierto. Pasando por un local de alterne. Todos los chicOs (once y doce años): "Que pare el conductor, que pare el conductor..."
Hemos estado a punto de darnos la vuelta y no ir al concierto. Charla sobre el respeto.
De vuelta.
María: ¿Qué es lo que más os ha gustado del concierto?
Niño gilipollas: Las tetas de la tía.
María: ¿Qué tía?
Niño gilipollas: Ésa, la tía, la guarra.
María: No he visto ninguna ésa, ninguna tía, ninguna guarra.
Todos: ¡La presentadora!
Tercera o cuarta charla de respeto en el día. Iban aleccionados. Me paso más tiempo hablando de respeto, de igualdad... que dando contenido.
Está castigado sin recreo y la tutora me viene a decir que él ha sido el bocazas, pero la idea ha surgido de otro. ¿Y...........?
Mañana todos los chicos castigados hasta que razonen, hasta que salgan los cabecillas, hasta que se disculpen por sus comentarios machistas. Me queda mal sabor de boca.
Ojalá logres enseñarles a ser diferentes de la mayoría y a tratar a las mujeres como sus iguales realmente. Admiro tu labor!
ResponderEliminar:-)
En clase de mi hija(11-12), se han declarado en rebeldía por las consignas del carnaval,hoy tenían que ir los chicos de chicas y las chicas de chicos,ellos en asamblea han dicho que no hay diferencia entre chicos y chicas, así que han decidido ir todos iguales vestidos.
ResponderEliminarToricha
Los preadolescentes son esponjas y se quedan con todo lo que ven y oyen, ya sea en casa, en el colegio o con las amistades. Al menos, que en el colegio les enseñen otros valores que no sean los rancios sexistas. ¡Ánimo!
ResponderEliminarUna labor dura...
ResponderEliminarDifícil, ánimo!
ResponderEliminarRespuesta común:
ResponderEliminarGracias por vuestras aportaciones. Es duro pero merecerá la pena. Estoy segura.