jueves, 26 de diciembre de 2013

Rocío


Hace unos días me invitó a una sesión de "Danzaterapia". He ido. Se me han vuelto a remover el alma y las entrañas.

La conclusión de hoy se resume en "Rodar y atreverme": rodar por el suelo, gritar como una niña, atreverme a bailar pegada a RV... todo lo que esta tarde aún no me he atrevido a hacer, pero haré en el 2014.

Rocío cuida al mundo, te cuida cuando estás cerca de ella, te devuelve la libertad; es etérea, aparentemente frágil, flexible... Saca lo mejor de ti y te "desnuda" en tres minutos de danza. Eso, a veces, me da miedo. No por lo que veo en mí, que ya conozco, sino porque "te hace ver" lo que tienes que cambiar.

Rocío es "magia", es generosidad.

He vuelto a la sala donde hacía baile de salón hasta hace cuatro años, donde podía bailar con super-jefa pegada a ella, olerla, guiarla... La sala de "la vida anterior". Uff... me he emocionado.

He comido con S. y T. y super-jefa. A S. no la veía ¡hace 6 meses! Ya le he dicho que parecía que vivíamos en Rumanía y Nueva York. ¡Qué corto se hace el tiempo cuando estoy con ellas! ¡Cuánto echaba de menos sus abrazos, las tonterías de siempre, sus miradas!

Estoy con las emociones a flor de piel y la lágrima fácil. Mañana me voy a vivir cinco días con Ana. A refugiarme en sus brazos. 

2 comentarios:

  1. Es genial cuando somos capaces de dejar que nuestro cuerpo hable y se exprese de la manera que sea...

    Y qué alegría contenida en el plan de vivir cinco días con tu chica. Disfruta con intensidad!!

    Un abrazo.
    :-)

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