Podría contar que "una horda" de alumnos, celebrando Halloween, pulsó el timbre de mi piso por casualidad, me asomé por la ventana, empezaron a gritar como locos, como no me escuchaban cogí el megáfono y me comuniqué con ellos a través del mismo... y mi madre, que estaba regando los tiestos en la terraza de su casa, me oyó y me llamó por teléfono, alucinada por lo que estaba oyendo. (No comentaré cuando un vecino les abrió la puerta del portal y subieron como locos piso arriba, piso abajo).
Podría contar que mi novia y una amiga suya me "invitaron" a un "paseo" de 24 kilómetros y tengo agujetas en medio cuerpo, uñas de los pies moradas, ampollas en el otro pie... "No cojas los palos, que es un paseo, no vamos al monte" (Ana, no te perdono el paseíto. C., no te perdono la frase).
Podría contar que hemos visto "La vida de Adele" y nos encantó hasta las arruguillas de la comisura de los labios de la protagonista.
Pero solo quiero contar que aún nos dura la "sonrisa tonta" de este puente, que no tendría que haberse acabado nunca.
María, leíste el comic? estoy contigo no tendría que haberse acabado este gran puente!
ResponderEliminarUn puente para disfrutar en todo los sentidos ...
ResponderEliminartoricha
¡Me gusta tu puente!
ResponderEliminarPues perdónales el paseito, mujer!!!
ResponderEliminarRespuestas:
ResponderEliminarBlau: No.
Toricha: ¡Por supuesto!
Caminos del espejo: ¡Sííí!
Alson: Están perdonadas; una manera de escribir.
Si es que ya digo yo que los puentes son algo increible!!
ResponderEliminar;-))