domingo, 30 de octubre de 2011

Fines de semana

El sábado pasado tuvimos cena de chicas: Enamor(h)adas. Algunas fueron disfrazadas de hadas y yo de enamorada. La invitación tenía un juego de palabras muy bonito. Gracias, M.

Este fin de semana hemos estado de festival. Muchos grupos, mucho sol, mucha música, mucha colaboración, mucha fiesta, mucha hermandad, mucha emoción. Gracias por hacernos disfrutar tanto.

(He estado releyendo algunos post de hace dos años. Ana, ¡qué bien que hayamos mejorado tanto nuestra relación!).

jueves, 27 de octubre de 2011

Comiendo

Comiendo con mis padres me he pegado unas risas tremendas.

Estábamos hablando de lo cazurros que son algunos de mis alumnos y mi madre ha empezado a decir que eran "canutos" en lugar de catetos. 1-0 de risas, padre/María contra madre.

Después decía mi madre que era imposible que los niños no supieran el nombre de sus abuelos, bisabuelos... y mi padre diciendo que era normal, que él no sabía cómo se llamaban sus bisabuelos... Le digo: "P(á)pa, ¿cómo no vas a saberlo?" Y me responde: "Hija, hay cosas de mi familia que es mejor no saber". Esta salida, en tono gracioso, no es de mi padre.... Mi madre y yo nos hemos partido de la risa. 1-1 de risas, madre/María contra padre.

Terminando de comer casi me atraganto con tanta risa. Me he tenido que levantar porque no sabía si toser, reír, escupir la comida... ¡Ojalá todas las comidas fueran como ésta!

martes, 25 de octubre de 2011

Interculturalidad

Esta semana estoy explicando los trajes regionales. Clase de 1º (5/6 años).

Hago referencia a la exposición que montamos en la que hay una señora mayor toda vestida de negro. Y pregunto: ¿Habéis visto a alguna señora vestida así, a alguna de vuestras bisabuelas? (Porque sus abuelas son, casi todas, como mi madre.)

Levantan varios la mano. Uno me dice: "Mi abuela va de negro porque se le murió el marido". (Que no debe ser su abuelo...)

Levanta la mano una niña musulmana. Me extraño. Le digo: "A ver, M. ¿A quién has visto?" Contesta: "En mi pueblo, en Marruecos, muchas mujeres van así y, además, se tapan la boca con un pañuelo porque no quieren que se les vea la boca. Y otras también llevan tapados los ojos." 

Ahh... y hemos seguido la clase. A esto es a lo que se llama, creo, interculturalidad.

Cita

Llamo al centro de salud para pedir cita para recetas.

Me dice que no estoy en la lista, que aparezco con otro nombre, que no, que es mi hermana, dime tu fecha de nacimiento, ..., que somos mellizas y nacimos el mismo día, dime tu D.N.I., que no... que ése es el de mi hermana, que nos lo hicimos seguidos y solo cambia un número...

Cinco minutos después: ¿no serás desplazada?, ¿has venido más veces?, ¿no habrás venido a vivir ahora?... Que no, si, llevo viviendo tres años...

¡Pues aquí no estás!

Dos años y pico yendo por recetas al mismo médico y... ¡no estoy! De hecho, la medicación es para "controlar" el trigémino y fui allí la primera vez. Mañana de papeleos, una vez más.

sábado, 22 de octubre de 2011

No levanto cabeza

El jueves, antes de entrar a clase, me dice la Jefa de Estudios que tiene que hablar conmigo.

Me cuenta que ha tenido tutoría con la madre de R. y que le ha dicho que la niña no quiere venir al colegio porque yo la pego, la insulto, he dicho que va a suspender... Y que, como la Jefa de Estudios y tutora de su hija, ha faltado toda la semana al cole y yo la he sustituido en esa clase, la niña no quería venir.

La tutora le dijo que todo era mentira, que ella no había faltado a clase, que yo s(ó)lo he ido a esa clase a dar mis asignaturas, que trato bien a la niña... que no se creyera nada de lo que decía la hija, que no era verdad...

Me quedé con los ojos como platos y el corazón temblando. ¿Qué estoy haciendo mal para que me pasen estas cosas?

Después tenía clase con esa niña. Empecé la misma hablando del respeto, de la mentira... poniendo ejemplos de los que había contado la cría y preguntando en voz alta, en general, si yo humillaba, insultaba, pegaba... Todos respondieron que no. Entonces le pregunté a R. directamente lo mismo. Respondió que no. Entonces... "¿por qué le cuentas mentiras a tu madre?". Respuesta: "No sé" (más ancha que larga).  ¿No sé? ¿No es para "matarla" con once años que tiene?

Le dije que estaba triste, que sus palabras me hacían sentir mal. Y me siguen sentando mal... llevo dos días durmiendo fatal y cuestionándome, una vez más, qué demonios hago aquí.

Hay en el centro un profesor que les llama "gilipollas" directamente y nadie se queja. El jubilado humillaba públicamente y es considerado "un gran profesor". La directora "manda a freír espárragos", tal cual, a los padres y nadie hace nada. Yo me esfuerzo en preparar temas de moda para motivarles, trato a todos con respeto, escucho a los chicos/as... y cualquiera es capaz de montarme un lío. Al ladrón de flautas su madre no lo ha castigado.

Me siento indefensa. Un niño/a se inventa todo esto de tí o roba o agrede verbal o físicamente y no se hace nada: no se le castiga, no se le da importancia... ¿Qué pasaría si fuera al revés? He tomado la determinación de concursar y marcharme a otro centro o, quizás, a otro lugar.

Por la noche estuve pensando qué pasaría si "el mundo", este entorno en el que vivo, supiera mi condición sexual. Estoy convencida de que esta niña me habría acusado de tocarla o cualquier cosa así. Entonces, me puse aún más triste.

jueves, 20 de octubre de 2011

No-Nuria

Cuando llegué al cole había una niña que me resultaba muy familiar pero no conocía de nada. Con el tiempo, me di cuenta de que se parecía MUCHO a una chica con la que tuve una relación.

Hoy me han dicho que sus padres se separan, que el lunes no vuelve al cole, que se va con su madre a otro lugar, que se lo dijeron ayer por la noche, de sopetón... Esta tarde no se ha quitado la cazadora en clase a pesar del calor que hacía.

Tiene la cara marcada de una plena adolescencia y, hoy, la tristeza de separarse de su vida, de sus amigas, de lo conocido...

Ay........ me ha dado mucha pena. Las cosas no se hacen así, de un día para otro. Mi "no-Nuria", ¡que seas feliz!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Mujer & mujer

Hasta "Tierra de Lobos" tiene una futura pareja de mujeres.

La caña... ¿pregunto a mi madre qué le parece?

martes, 18 de octubre de 2011

Pitos y flautas

Un alumno de 8 años le ha robado la flauta a otro, que se creía que la había perdido.

Lo hemos descubierto F. y yo por casualidad, porque siempre me pregunta qué tal se han portado los chicos.

He llamado a la madre del "hurtador" (ladrón me parece demasiado grave)... ¡y casi le excusa, le quita importancia al tema!

Si esta mañana me he enfadado... esta tarde me ha dado ardor de estómago por todo el cuerpo. ¡Serán jetas! Le he dicho a la madre que espero que lo castigue con firmeza y que ya no hacía falta que le comprara flauta, que me pagara la "robada" y yo le devolvía el dinero a la madre del niño "que (no) la había perdido".

lunes, 17 de octubre de 2011

Casi

Dentro de un mes hará 3 años que elegimos vivir juntas la vida.

¿No es maravilloso?

sábado, 15 de octubre de 2011

Folk

Ayer estuvimos preparando la exposición del festival. El mismo día que hace dos años. Quedó PRECIOSA.

¡Cómo elegir "vino español" pudiendo ayudar en la organización de la exposición, disfrutar de las charlas con personas que saben muchísimo de temas que me interesan, tocar los instrumentos que iban a exponer...!

Pasé una tarde genial. ¡Viva la música!

jueves, 13 de octubre de 2011

Ana

Ana está aquí.

Se ha pasado casi toda la semana yendo y viniendo para liberarse del pufo de su trabajo.

Hoy les ha dicho a mis amigas: "soy feliz" y se han quedado patidifusas... Ja, ja, ja... ¿Cómo no va a ser feliz conmigo? ¿Cómo no podemos ser felices cuando estamos juntas?

Estoy pachucha. Estábamos en una terraza, yo tenía frío y ha ido a casa a cogerme una chaqueta y me la ha traído sin que me diera cuenta. Mi amigo J. ha alucinado. Me dice: "Imagínate qué pasaría si yo le digo a mi mujer que vaya a cogerme una chaqueta".

Nos cuidamos mucho. Nos queremos mucho.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Decir: "no"

El viernes se jubila mi compañero "el primitivo".

Otros compañeros, a quienes cae bien, le han preparado una fiesta fuera de lo común: teatrillo con representaciones musicales, un anuncio en la radio, cena, un regalazo que no se merece pero para el que he aportado mi dinero... A las compañeras que se jubilaron hace dos años no se les preparó ni la mitad de cosas, teniendo en cuenta que nos invitaron a cenar a todos (como es tradición).

La cuestión es que a mí no me han hecho partícipe de nada (ni a otras personas) porque lo han preparado "los de comedor". En el cole hay dos tipos de personas: los que participan en la gestión de comedor (y cobran por ello) y quienes nos vamos a comer a nuestra casa.

Ayer por la tarde me pasaron un libro de dedicatorias para este maestro en el que se han escrito mil gilipolleces. Por ejemplo: "E. no te vayas, has sido el mejor profesor que he tenido" por alumnos que no han ido nunca a clase con él. Llevaban días buscándome para que yo escribiese algo. Pero yo no quiero escribir nada porque si escribo, debería poner algo halagador y no me sale. ¡Estoy encantada de que se jubile y de no hacer más patio con él desde el lunes, que me toca cuidar el patio! Esquivé el tema como pude. Hay que tener narices para que te pasen el libro de dedicatorias cuando tienes clase con 24 alumnos de 4 años  que dan más guerra que una mosca cojonera.

Por la mediodía, "el primitivo", que no me ha dicho nada en tres años, me viene a buscar para saber "si tú puedes grabar la actuación de los chicos, porque me haría ilusión tenerla y si se lo digo a V. (el fotógrafo del pueblo) nos va a cobrar un pastón y luego, ¡a ver qué hace con el video!"...

Yo le dije que no tenía cámara de vídeo y que mi amiga A. tampoco. Me dieron ganas de responderle que V., amigo nuestro, cobra por su trabajo al igual que él hace con el suyo y que, con las copias de lo que graba, no hace nada. Pero me callé.

Han estado buscando cámara de vídeo por el cole y han aparecido dos. Una bastante vieja y otra nueva, a la que parece ser que no le carga la batería. Yo no quiero grabar porque no me apetece que, con mi trabajo, tenga una copia de una despedida que me parece una sinrazón para una persona machista, homófoba, racista...

Ayer tuve excusa para no ir a la cena de despedida (que cada uno pagó de su bolsillo) pero no sé qué decir para no grabar la función garrula (el texto de la función es punto y aparte, tipo destape en época de Pajares y con gracias a lo Paco Martínez Soria).

Hoy he soñado que la directora me echaba la bronca por no ir a cenar (ya me lo dijo la semana pasada) y tenía bronca con unos cuantos compañeros por este motivo... Ya no sé qué pensar ni de mí misma: si actúo siguiendo mis ideales de vida me busco conflictos con quienes me rodean y si no, les doy la razón aún pensando que no hago bien. Me he levantado cansada.

domingo, 9 de octubre de 2011

Mi tío Rebollete III

A la tercera va la vencida.

La vida del tío Rebollete se ha acabado hoy. ¡Cómo no recordar sus palabras, sus anécdotas, su visión de la muerte!

Ha ido engañando a la muerte en varias ocasiones después de su ataque al corazón, de alguna que otra mala caída, de la próstata... y ahora le ha tocado "el gordo".

Era un tremendo jugador de lotería nacional (mi madre también). Le hubiera tocado la lotería dos veces si no hubiese cambiado el número a última hora "porque era feo". Siempre se lo recordábamos cuando compraba mi madre lotería para Navidad y le llamaba para decirle el número y no le gustaba. Era un maniático de los 13, quería que tuviera 8, que no fuera un número bajo...

Todos los veranos me contaba, antes de irme a la piscina, que era muy importante saber nadar. Que él había aprendido en el río y nadaba como pez en el agua.

Mi abuelo no sabía nadar y un día fue con él al río para aprender. Mi abuelo le decía que no le soltara, que se iba a ahogar, que como le pasara algo, le "mataba". Mi tío le decía que no, que no le pasaría nada y le soltó. Mi abuelo se asustó y se hundió justamente donde había un pozo y no hacía pie. Cuando mi abuelo consiguió que mi tío saliera del río, "me pegó dos zurdazos que me dejaron baldado".

Mi abuelo era el hermano mayor de mi tío Rebollete. Como se llevaban muchos años y mi bisabuelo murió muy joven, mi abuelo actuaba de padre con él. Mi abuelo murió cuando nosotras teníamos diez años. Para nosotros, el tío Rebollete era como un abuelo, aunque vivía lejos y s(ó)lo lo veíamos en verano.

Se ponía sus "bambas" y su palo y se iba a andar "camino el molino". Siempre bailaban en el concierto de "bailables" de la banda. Iba con mi padre "de vinos"y, a escondidas, se bebía alguno sin que mi tía lo supiera.
Le acompañaba a las obras y le daba conversación. A él y a todo el que pasara por la puerta.

Era "muy chulo" aunque era bajito. Esta canción me recuerda a él con su camisa blanca planchadísima, su pantalón con raya, los zapatos impecables (todo gracias a mi tía), su "Ay, mi J., ¡cuánto te quiero!, que arreglaba cualquier enfado de mi tía.

Quiero pensar que, si existe el cielo, estará reunido con su amigo A. "el barberillo" y mi tía P. y estará diciendo: "Hija, no llores, que nadie ha vuelto pero aquí se está bien".

Descansa en paz.

sábado, 8 de octubre de 2011

Mi tío Rebollete II

Mi tío Rebollete era el hermano pequeño de mi abuelo y el tío preferido de mi madre. Siempre con esa alegría que he heredado de la familia de mi madre, siempre con sus bromas, siempre cariñoso.

Hace dos años que no le vemos porque sus hijas empezaron a decir que estaban muy mayores (mi tía y él) para venir solos al pueblo,  bla, bla, bla... y mi padre siempre tiene una excusa para no salir de viaje e ir a verlos a Barcelona.

Estas fiestas le dije a mi madre que la llevaba a ella sola para verlos. Como mi padre dijo que no iba, mi madre dijo que tampoco, que estas navidades...

Anoche les llamaron y se enteraron de que tiene un cáncer terminal y se está muriendo. Este fin de semana se van pitando, mis padres y mis tíos, a verle. Probablemente, la última vez que le vean con vida.

Tengo un disgusto tremendo: porque no le voy a volver a ver, porque se muere (aunque sea ley de vida), porque es uno más de la familia que se irá con esta puta enfermedad, porque le quiero, les quiero... Porque va a hacer un año que mi tía P. también nos dejó y la echo de menos. Porque mi madre va a llorar mucho el próximo fin de semana. Porque teníamos que haber ido a verlos antes, que no hay manera de hacerles entender que no es bueno juntarnos cuando alguien se muere, que es mejor juntarnos cuando aún hay tiempo para reir, para cantar.

El viernes es la misa "de año" de la tía P. Mi madre no va a poder estar. Yo no iba a ir porque no creo en nada de estas cosas ya. Pero ahora "tengo que ir" en representación de mi madre, para acompañar a la N., a L., a mi hermana...

Ha salido un día de sol. En los días de sol nadie debería llorar. Mi madre tiene un refrán que dice algo así de "no todo el mundo llora a la vez". Esta mediodía, me ha tocado a mí.

viernes, 7 de octubre de 2011

Acorralada

Contra todo pronóstico he visto hasta el último minuto el programa de Acorralados.

¡S(ó)lo para ver el beso entre Nagore y Sofía! (¡Cuánto me gusta esta chica!)

A mí me ha emocionado el encuentro... y me he partido de la risa con la broma de la crema de Brenda. Yo no me hubiera atrevido a hacerlo pero hubiera compartido la idea 100%. Me ha parecido una travesura muy divertida.

Entre la boda de la Duquesa de Alba y este momento-encuentro... ¡qué semana más bonita! ¡Viva el amor!

Ahora ya no puedo decirle a mi "compañeraalaquebusconovio": "¿Cómo puedes leer la revista Woman?" Mañana le preguntaré si ha visto este show...

jueves, 6 de octubre de 2011

Piscina

He comenzado a ir a la piscina. Abrieron el lunes y he podido ir dos días. Me he sentido muy bien. Me relaja.

Hoy ya he hecho "toros". Mi amiga A. se ha "empeñado" en tomar algo cuando saliera del cole y nos han dado más de las siete... Al final no he ido. No tengo voluntad...

También me ha convencido para que me apunte a "inglés". Lo hace para "obligarla" a ir a la escuela de idiomas, porque coinciden las horas. Ella a la escuela y yo al curso.

Tengo que pensármelo porque me he apuntado a otros cursos y sé que, en cuanto comience diciembre, tooooooodo me va a agobiar. Soy una mente dispersa: si no hago nada me aburro y si me apunto a muchas cosas, me agobio.

Está claro que no tengo equilibrio.

martes, 4 de octubre de 2011

Por la educación pública de calidad

Me manda M.A. este artículo del periodista Carles Capdevila.

DIGNIFICANDO LA PROFESIÓN

Educar debe de ser una cosa parecida a espabilar a los niños y frenar a los adolescentes. Justo lo contrario de lo que hacemos: no es extraño ver niños de cuatro años con cochecito y chupete hablando por el móvil, ni tampoco lo es ver algunos de catorce sin hora de volver a casa. Lo hemos llamado sobreprotección, pero es la desprotección más absoluta: el niño llega al insti sin haber ido a comprar una triste barra de pan, justo cuando un amigo ya se ha pasado a la coca.

Sorprende que haya tanta literatura médica y psicopedagógica para afrontar el embarazo, el parto y el primer año de vida, y que exista un vacío que llega hasta los libros de socorro para padres de adolescentes, esos que lucen títulos tan sugerentes como Mi hijo me pega o Mi hijo se droga . Los niños de entre dos y doce años no tienen quien les escriba. Desde que abandonan el pañal (¡ya era hora!) hasta que llegan las compresas (y que duren), desde que los desenganchas del chupete hasta que te hueles que se han enganchado al tabaco, los padres hacemos una cosa fantástica: descansamos. Reponemos fuerzas del estrés de haberlos parido y enseñado a andar y nos desentendemos hasta que toca irlos a buscar de madrugada a la disco. Ahora que al fin volvemos a poder dormir, y hasta que el miedo al accidente de moto nos vuelva a desvelar, hacemos una siesta educativa de diez o doce años .

Alguien se estremecerá pensando que este período es precisamente el momento clave para educarlos. Tranquilo, que por algo los llevamos a la escuela. Y si llegan inmaduros a primero de ESO que nadie sufra, allá los esperan los colegas de bachillerato que nos los sobreespabilarán en un curso y medio, máximo dos. Al modelo de padres que sobreprotege a los pequeños y abandona los adolescentes nadie los podrá acusar de haber fracasado educando a sus hijos. No lo han intentado siquiera. Los maestros hacen algo más que huelga o vacaciones, y la educación es bastante más que un problema. Pido perdón tres veces: por colocar en un título tres palabras tan cursis y pasadas de moda, por haberlo hecho para hablar de los maestros, y, sobre todo sobre todo, porque mi idea es -lo siento mucho- hablar bien de ellos. Sé que mi doble condición de padre y periodista, tan radical que sus siglas son PP, me invita a criticarlos por hacer demasiadas vacaciones (como padre) y me sugiere que hable de temas importantes, como la ley de educación (es lo mínimo que se le pide a un periodista esta semana). Pero estoy harto de que la palabra más utilizada junto a escuela sea 'fracaso' y delante de educación acostumbre a aparecer siempre el concepto 'problema', y que 'maestro' suela compartir titular con 'huelga'. La escuela hace algo más que fracasar, los maestros hacen algo más que hacer huelga (y vacaciones) y la educación es bastante más que un problema. De hecho es la única solución, pero esto nos lo tenemos muy callado, por si acaso.

Mi proceso, íntimo y personal, ha sido el siguiente: empecé siendo padre, a partir de mis hijos aprendí a querer el hecho educativo, el trabajo de criarlos, de encarrilarlos, y, mira por donde, ahora aprecio a los maestros, mis cómplices. ¿Cómo no he de querer a una gente que se dedica a educar a mis hijos? Por esto me duele que se hable mal por sistema de mis queridos maestros, que no son todos los que cobran por hacerlo, claro está, sino los que son, los que suman a la profesión las tres palabras del título, los que mientras muchos padres se los imaginan en una playa de Hawai están encerrados en alguna escuela de verano, haciendo formación, buscando herramientas nuevas, métodos más adecuados. Os deseo que aprovechéis estos días para rearmaros moralmente. Porque hace falta mucha moral para ser maestro. Moral en el sentido de los valores y moral para afrontar el día a día sin sentir el aprecio y la confianza imprescindibles. Ni los de la sociedad en general, ni los de los padres que os transferimos las criaturas pero no la autoridad. ¿Os imagináis un país que dejara su material más sensible, las criaturas, en sus años más importantes, de los cero a los dieciséis, y con la misión más decisiva, formarlos, en manos de unas personas en quienes no confía?

Las leyes pasan, y las pizarras dejan de ensuciarnos los dedos de tiza para convertirse en digitales. Pero la fuerza y la influencia de un buen maestro siempre marcará la diferencia: el que es capaz de colgar la mochila de un desaliento justificado junto a las mochilas de los alumnos y, ya liberado de peso, asume de buen humor que no será recordado por lo que le toca enseñar, sino por lo que aprenderán de él.

Carles: ¡Gracias! (Por pensar así)

domingo, 2 de octubre de 2011

Tengo que...

... limpiar las ventanas y quitar las cortinas para lavarlas.

Pero me caí la última vez que las quité... y estoy retrasando quitarlas por esta razón.

No soy una guarra, soy una miedosa que no quiere reconocerlo.