Llamada de T. a la que hemos prestado unas cuántas cosas para ir de camping y no para de agradecérmelo.
T. con muchas risas: Oye, dile a J. que muchas gracias por prestarme la tienda.
M.: Me va a llamar pesada y yo te lo llamo a ti. ¡Ya se las he dado!
T.: Es que, como la vamos a estrenar nosotros...
M.: Da igual... si ya te dije que la compró un día que le dio un impulso, sin mirar nada, ni precios ni cuántos cabían ni nada...
T.: Ja, ja, ja... ¡es que no compraron una tienda! Lo que han comprado es un comedor, que se pega a la tienda... que lo he montado y, al ver que no tenía suelo, he buscado la referencia en Internet y me ha salido esto... bla, bla, bla...
Carcajadas de las dos.
M.: Y ahora, ¿qué vais a hacer?
T.: Tengo una lona de la piscina vieja. Para dos días nos apañamos. Pongo la lona en el suelo y encima el comedor-tienda... Mira, así caben mejor las camas hinchables, no hay problemas con la altura...
Se va de cámping con sus hijos, dos amigas montañeras-aventureras y las sobrinas de una de ellas. Ya me estoy imaginando las risas que se van a pegar cuando T. monte la tienda-comedor...
acampada en estado puro.
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ResponderEliminarRipley: Creo que sí.
Jolin, menudo despiste hehe! Espero que mi marido sí haya comprado una tienda de campaña y no el comedor anexo! Nos la traen ésta tarde :) qué ganas de verla y estrenarla! es la primera vez que compramos una online!
ResponderEliminarUn saludo,
Gina
Respuesta:
ResponderEliminarGina: ¿Hay tienda montada dentro del comedor de casa?