Hoy he ido a comer con los compañeros que tomamos el vermut los viernes.
No tenía muchas ganas, no sabía si me iba a sentir bien... pero, al salir del médico, me he dicho: "¡A la comida!"
Y me lo he pasado genial con "T. es la más guapa", una nueva compañera joven, risueña, divertida, con una risa contagiosa... Contaba un chiste y, antes de acabarlo, ya se reía sola. Y con ella, nosotros.
Hemos hablado del clan oscuro, del bien, de las muertes, de anécdotas de la facultad o en otros trabajos, de casas, de vacaciones, de las parejas... hasta las ocho de la tarde.
Siempre les digo a mis compañeros que estas comidas hay que hacerlas en Septiembre o en Octubre para ir conociéndonos y no tener que llegar sin saber de nadie a final de curso. Hoy, con el descubrimiento de T., me han dado la razón.
Les he dado las gracias por el día tan bueno que me han hecho pasar. Estoy contenta. He resucitado.
Me he puesto al día y veo que me he perdido mucho desde que estoy off.
ResponderEliminarLa ansiedad es vieja amiga mía y no se ha acabado nunca de ir, pero vivimos y convivimos juntas.
No le des más importancia de la que tiene, una reacción biológica ante una amenaza psicológica. Porque hoy en día no hay leones andando por las calles, pero hay un ritmo, unas estructuras obsoletas, una incertidumbre constante y cosas tan fieras como si tuvieran las mismas garras que un salvaje felino.
Ánimo y besos
Animo y un abrazo
ResponderEliminarTienes toda la razón.
ResponderEliminaránimo.
Pasar un buen rato con buena gente es lo mejor que puede pasar!
ResponderEliminarBesos
Qué bueno!! Me alegro muchísimo. Un abrazo y mucho ánimo :-)
ResponderEliminarPues claro! ¿qué pensabas, que los males duran 100 años?...Ni de coña!
ResponderEliminarRespuestas:
ResponderEliminarLa desgraciá: Ya pasó.
Jam, Alas, Kika: Gracias.
Candela: Es una suerte tenerlos cerca.
Alson: Noooo, soy muy positiva.