Hoy me encuentro entre el cabreo súbito que me entra con algunas compañeras y la felicidad a borbotones que me entra cuando leo los comentarios de mis alumnos.
Me cuesta una energía enorme conseguir logros en el colegio, pero ¡coño! ¡sí!... voy viendo resultados y eso me hace sentirme PO-DE-RO-SA. (Por dentro, no de orgullo).
Así que, después de despotricar delante de una caña con una amiga y hablar por teléfono con otra..., voy a quedarme con lo bueno.
Mi tía P. llevaba razón: el teléfono (y/o hablar con las amigas) es el mejor psicólogo. (No sé por qué no decía psicóloga, pero da igual).
Mi tía P. llevaba razón: el teléfono (y/o hablar con las amigas) es el mejor psicólogo. (No sé por qué no decía psicóloga, pero da igual).
qué guay, a mi me pasa los mismo, con el trabajo de puertas para adentro mal, ahora con los niños disfruto mogollón. A ver si dura. tu pasando de las compañeras, que al final no acabe afectando el trabajo con los críos...
ResponderEliminarNosu: Los críos me están dando muchas alegrías últimamente.
Eliminaryo hace tiempo que dejo el trabajo en el trabajo en el momento en que pongo el pie en la calle. es mi manera saludable de poder ser buena en lo que hago cuando estoy en ello
ResponderEliminarRipley: Yo lo intento, casi todos los días. ;)
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