Tanta sinceridad ha acabado en un drama... del que hemos salido. ¡Ufff!
Confiar de más, sincerarte de más, sentir que no haces daño y hacer daño de más... ¡Maldito miedo que nos atenaza y no nos deja vivir con más placer y menos incertidumbre!
De todo esto saco una frase muy buena: "Estoy revuelta (...) Es como si hubiera abierto la ventana y el aire hubiera hecho volar todos los papeles. Me toca recoger y poner todo en su sitio".
Hay a quienes se nos desbordan las emociones y no podemos controlarlas. ¿Por qué tengo que hacerlo? Me pregunto...
Soñé que se rompían las tuberías de la cocina, salía y salía el agua y no podía cortarla ni recogerla. Se inundaba todo. Eso es lo que me ha pasado en el alma. Me duele que te pase eso en tus ojos.
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