¿Os pasa, a veces, que se os amontona el trabajo, la plancha, la compra... tareas pendientes que no corren prisa pero tampoco hay que dejarlas pasar y, de repente, mueves ficha, haces algo... y todo empieza a fluir?
Eso me ha pasado hoy: he acabado las evaluaciones, planché anoche, he hecho tres o cuatro llamadas pendientes... y me ha cundido muchísimo una hora de trabajo.
Y, de estar con la cabeza atormentada, pensando qué hacer primero, he pasado a un estado de "aflojamiento", de sentir y saber que todo fluye, que acabaré las tareas, que hay nuevos cambios... Me siento relajada.
El 1 de Febrero me cambio de piso.
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