Anoche me quedé con los hijos de mis amigos. Tenía que darles la cena y que se acostaran pronto. ¡Menudo reto!
Así que les dije: "Chicos, tenéis que portaros bien porque quiero tener hijos y ésta es la prueba para decidir si los tengo o no".
¡Y se portaron de maravilla! Ja, ja, ja... P. me contó el cuento de Pulgarcito. (Hace voces como yo).
Esta mañana recibo un whatsap: "María, yo te pongo un 9.5 porque el sandwich estaba buenísimo y me recogiste la ropa"
Bendito... si tuvieras que vivir conmigo ¡morirías de hambre!. El sandwich lo preparó tu madre. Y (puntualización para las madres) no te recogí la ropa, te dije que pusieras la camiseta y el pantalón en una silla y echaras la ropa interior al cubo de la ropa sucia.
Me reí mucho, mucho, mucho.
María, entonces siii a los niños!!!
ResponderEliminarjajajaja. así que has pasado la prueba...¿ y cuántos niños quieres tener?
ResponderEliminarNo hay como los niños de los demás.
ResponderEliminarRespuestas:
ResponderEliminarBlau, Ripley: Era la excusa. ¡No quiero hijos!
Jordim: ¡Exacto!
No hay como los hijos de los demás... o como los animales propios!!
ResponderEliminarUn beso.