Mi padre es gilipollas. Ha montado un pollo porque las manzanas están picadas. En menos de un minuto le ha repetido a mi madre "que le ha dicho cuarenta veces que no compre esas manzanas, que si no lo ve, que para tirarlas, que...", cada vez más alto. Mi madre no dice nada. Tiene la teoría de que, si no le llevas la contraria, se calla antes. ¿Pero, m(á)ma, no te das cuenta de su sinrazón? ¿Que estos modales no tenemos que aguantarlos?
Le he dicho que si la fruta, aparentemente, está buena, no se puede adivinar si luego por dentro va a estar mala. Y entonces se pone a gritarme también. Le he dicho: "No me grites". Y a liarse más. Que si sólo faltaría que él no pudiera gritar, que no tenemos ni idea de comprar, que no le diga lo que tiene que decir...
Me he levantado de la mesa, he recogido mis cosas del salón y me he venido a la cama. Y mi madre aún me pregunta que dónde voy... A la cama. Le digo: "ésta es la segunda razón para marcharme de aquí". Ayer mi hermano, el que no dice nunca "buenos días", me monta otra pataleta por preguntarle un dato para hacer la contabilidad de su trabajo, el de él y el de mi padre.
No los aguanto. No soporto este mal rollo que generan y los desprecios que, conscientemente o no, nos hacen. A mi madre no la puedo cambiar, nunca los va a responder... Y encima sé que si no estoy yo, se va a sentir más triste... Pero la vida se escoge y yo me quedo con la vida de dulzura. Lo siento...
Le he dicho que si la fruta, aparentemente, está buena, no se puede adivinar si luego por dentro va a estar mala. Y entonces se pone a gritarme también. Le he dicho: "No me grites". Y a liarse más. Que si sólo faltaría que él no pudiera gritar, que no tenemos ni idea de comprar, que no le diga lo que tiene que decir...
Me he levantado de la mesa, he recogido mis cosas del salón y me he venido a la cama. Y mi madre aún me pregunta que dónde voy... A la cama. Le digo: "ésta es la segunda razón para marcharme de aquí". Ayer mi hermano, el que no dice nunca "buenos días", me monta otra pataleta por preguntarle un dato para hacer la contabilidad de su trabajo, el de él y el de mi padre.
No los aguanto. No soporto este mal rollo que generan y los desprecios que, conscientemente o no, nos hacen. A mi madre no la puedo cambiar, nunca los va a responder... Y encima sé que si no estoy yo, se va a sentir más triste... Pero la vida se escoge y yo me quedo con la vida de dulzura. Lo siento...
Ya, ¿y por qué no va él a comprar la fruta? En lugar de tu madre yo haría una huelga de compra de fruta.
ResponderEliminarSe comportan como el macho dominante, lo conozco bien por desgracia.
ResponderEliminarYo directamente haría una huelga general, que compren la fruta, se hagan la comida, la colada, etc,.
ResponderEliminarDuele claro que si porque son tu familia, pero hay veces que es imposible soportar segun que situaciones.
Animo Maria.
Un saludo
Es el puto machismo, es así, y pasa en practicamente en todas las casas de españa de una forma u otra. Apoya a tu madre de la forma que puedas (y se deje), pero no dejes de hacer tu vida.
ResponderEliminarPobres gilipollas que no ven más que su propio miedo a ser nadie.
ResponderEliminarNo, a tu madre no la vas a cambiar, ha elegido su forma de vida y lo acepta.Ahora te toca elegir la tuya, sin remordimientos.
Cuanto antes mejor.
Besos
Yo odio los gritos... de estar en tu lugar supongo que intentaría irme lo antes posible.
ResponderEliminarun beso.
Mi padre forma lo mismo cuando algo está malo o cuesta caro, en la fruta ni mú porque la compra él.
ResponderEliminarÁnimo María.
Respuesta común:
ResponderEliminarHa llegado la calma.
Lo celebro
ResponderEliminarRespuesta:
ResponderEliminarAlson: :-)