Hoy he ido a comer con los compañeros que tomamos el vermut los viernes.
No tenía muchas ganas, no sabía si me iba a sentir bien... pero, al salir del médico, me he dicho: "¡A la comida!"
Y me lo he pasado genial con "T. es la más guapa", una nueva compañera joven, risueña, divertida, con una risa contagiosa... Contaba un chiste y, antes de acabarlo, ya se reía sola. Y con ella, nosotros.
Hemos hablado del clan oscuro, del bien, de las muertes, de anécdotas de la facultad o en otros trabajos, de casas, de vacaciones, de las parejas... hasta las ocho de la tarde.
Siempre les digo a mis compañeros que estas comidas hay que hacerlas en Septiembre o en Octubre para ir conociéndonos y no tener que llegar sin saber de nadie a final de curso. Hoy, con el descubrimiento de T., me han dado la razón.
Les he dado las gracias por el día tan bueno que me han hecho pasar. Estoy contenta. He resucitado.